17 DE ABRIL – Día Mundial de la Hemofilia
La hemofilia y la enfermedad de von Willebrand son trastornos hemorrágicos hereditarios que afectan la capacidad del cuerpo para formar coágulos y detener el sangrado.
La hemofilia es poco frecuente y afecta principalmente a varones. La hemofilia A (deficiencia del factor VIII) ocurre en aproximadamente 31 de cada 100.000 varones, mientras que la hemofilia B (deficiencia del factor IX) afecta a 4 de cada 100.000 varones.
Aunque por mucho tiempo se pensó que solo los hombres presentaban síntomas, hoy sabemos que muchas mujeres y niñas también pueden experimentar sangrados prolongados, menorragias o hemorragias posparto.
La enfermedad de von Willebrand (EVW) es el trastorno hemorrágico hereditario más común, con una prevalencia estimada de hasta 1 de cada 100 personas en la población general. Sin embargo, muchos no están diagnosticados. Alrededor de 1 de cada 1.000 personas tiene síntomas clínicamente significativos que requieren atención médica. Afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque es más frecuente que las mujeres consulten por sangrados menstruales abundantes o sangrados prolongados en el parto.
¿Cuándo consultar a un profesional de la salud?
Es importante consultar si se presentan:
• Sangrados prolongados luego de cortes menores, extracciones dentales o cirugías.
• Hematomas frecuentes sin causa aparente.
• Hemorragias nasales frecuentes o difíciles de detener.
• Menstruaciones abundantes o que duran más de 7 días.
• Antecedentes familiares de trastornos hemorrágicos.
• Sangrados excesivos después del parto.
El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida. Reconocer los síntomas, especialmente en mujeres y niñas, es clave para garantizar acceso equitativo a la atención médica.
Diagnóstico y atención especializada
Los trastornos hemorrágicos como la hemofilia y la enfermedad de von Willebrand se diagnostican mediante análisis de sangre específicos que miden la actividad de los factores de coagulación y, en algunos casos, pruebas genéticas.
Detectarlos a tiempo permite iniciar el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.